jueves, 23 de abril de 2015

Presentación

En su obra El tema de nuestro tiempo, Ortega y Gasset escribe:
"Desde distintos puntos de vista dos hombres miran al mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo. La distinta situación hace que el paisaje se organice ante ambos de distinta manera. Lo que para uno ocupa el primer término y acusa con vigor todos sus detalles, para el otro se halla en el último y queda oscuro y borroso... ¿Tendría sentido que cada cual declarase falso al paisaje ajeno?. Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro... La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que, vista desde cualquier punto, resultase siempre idéntica es un concepto absurdo... Todo conocimiento lo es desde un punto de vista determinado... Cada individuo -persona, pueblo, época- es un órgano insustituible para la conquista de la verdad."
En este breve fragmento, podemos observar un claro rechazo del etnocentrismo. Ninguna cultura es superior a otra, ninguna cultura posee la verdad única y, por tanto, parafraseando a Ortega no tiene sentido que cada cual declare falso el paisaje o la verdad ajena.

Solo existen verdades parciales, las que nos otorga nuestro propio punto de vista y la verdad integral no puede ser otra cosa que la suma de las verdades parciales. En este sentido, cada pueblo y cada cultura es una ventana a través de la cual podemos mirar la realidad y enriquecer nuestra visión del mundo. Cada cultura que desaparece es una ventana que se cierra, un punto de vista que se pierde y supone, pues,  un empobrecimiento de nuestro conocimiento del mundo.

En este blog, se proponen algunas actividades que nos ayudarán a conocer algunas de las muchas culturas denominadas erróneamente primitivas, salvajes, arcaicas, pintorescas... es decir, que se consideran inferiores. El objetivo es que reflexionemos sobre la diversidad cultural y el problema que trae asociado: el etnocentrismo.